Los grupos sanguíneos humanos han sido objeto de estudio durante más de un siglo, comenzando con el trabajo pionero de Karl Landsteiner a principios del siglo XX. En 1900, Landsteiner, mientras trabajaba en la Universidad de Viena, descubrió por qué algunas transfusiones de sangre eran exitosas, mientras que otras podían ser fatales. Su descubrimiento del sistema de grupos sanguíneos ABO, en el que clasificó la sangre en tipos A, B, y O (más tarde, el grupo C fue renombrado como O), fue crucial para avanzar en la medicina transfusional (Farhud, & Zarif Yeganeh, 2013).
En 1930, recibió el Premio Nobel en Fisiología y Medicina por su trabajo. Los genes responsables de estos tipos sanguíneos ABO se encuentran en el cromosoma 9 y producen diferentes glucoproteínas en las superficies de los glóbulos rojos (Farhud, & Zarif Yeganeh, 2013).
Desde los años 50, el estudio de los grupos sanguíneos se ha intensificado, especialmente con los avances en biología molecular y genética. Entre 1950 y 1970, se profundizó en la estructura y biosíntesis de los carbohidratos y proteínas de los antígenos sanguíneos. Estos estudios permitieron identificar nuevos grupos sanguíneos y asociarlos con patologías, como la enfermedad hemolítica fetal o reacciones hemolíticas transfusionales.
Hoy en día, existen más de 300 grupos sanguíneos identificados, clasificados en 47 sistemas reconocidos por la Sociedad Internacional de Transfusión Sanguínea (ISBT), los cuales contienen un total de 366 antígenos (ISBT, 2024).
Además, la ISBT mantiene tres categorías para antígenos que aún no se han vinculado a sistemas de grupos sanguíneos. La serie 200 agrupa antígenos bioquímica, genética o serológicamente similares, cuya base genética aún no se ha descubierto (ISBT, 2024).
Existen también las series 700 y 901, que contienen antígenos que no encajan en ningún sistema o colección. La serie 700 incluye antígenos con una incidencia menor al 1% en todas las poblaciones, mientras que la serie 901 incluye antígenos de alta incidencia, con más del 90%, que tampoco pueden ser incluidos en ningún sistema o colección. La investigación continúa avanzando, descubriendo nuevos antígenos y ampliando constantemente nuestro entendimiento sobre la diversidad genética de los grupos sanguíneos (ISBT, 2024).
Un descubrimiento particularmente relevante se dio a conocer en octubre de 2024, cuando un equipo de investigadores del NHS Blood and Transplant (NHSBT) y la Universidad de Bristol identificaron un nuevo grupo sanguíneo, el grupo MAL, resolviendo un misterio de 50 años relacionado con el antígeno AnWj, descubierto en 1972 (Tilley et al., 2024).
Este hallazgo fue publicado en diciembre de 2024 en la revista Blood y llevó al reconocimiento del sistema MAL como el sistema sanguíneo número 47 por la Sociedad Internacional de Transfusión Sanguínea (ISBT) (ISBT, 2024).
A través de la secuenciación de exoma completo, los investigadores identificaron que el antígeno AnWj está vinculado a la proteína Mal, codificada por el gen MAL. Este antígeno rara vez se expresa, y algunos individuos carecen de él debido a deleciones homocigotas en el gen MAL. En los individuos con el fenotipo AnWj-negativo heredado, el antígeno no se presenta en los glóbulos rojos debido a la ausencia de la proteína Mal, lo que impide la expresión del antígeno en su superficie (Tilley et al., 2024).
Este hallazgo fue significativo, ya que la sobreexpresión de Mal en una línea celular eritroide resultó en la aparición del antígeno AnWj, independientemente de otros factores como el gen CD44. Además, los anticuerpos anti-AnWj demostraron que se unen al mismo sitio que los anticuerpos anti-Mal en los glóbulos rojos, lo que confirmó que la proteína Mal es tanto necesaria como suficiente para la expresión del antígeno AnWj (Tilley et al., 2024).
El descubrimiento de este nuevo sistema sanguíneo resuelve un misterio que llevaba décadas sin respuesta y abre nuevas posibilidades para los pacientes que carecen de este antígeno. Además, refuerza la importancia de la genética en la determinación de los grupos sanguíneos y en la mejora de la seguridad de las transfusiones sanguíneas.
La identificación del sistema MAL es otro ejemplo del avance en la investigación de la inmunogenética de los eritrocitos y de cómo cada descubrimiento puede tener un impacto directo en la medicina transfusional y en el tratamiento de pacientes con problemas relacionados con los grupos sanguíneos.
Referencias Bibliográficas
- Farhud, D. D., & Zarif Yeganeh, M. (2013). A brief history of human blood groups. Iranian Journal of Public Health, 42(1), 1-6.
- International Society of Blood Transfusion. (2024). Red cell immunogenetics and blood group terminology. International Society of Blood Transfusion. Recuperado de https://www.isbtweb.org/isbt-working-parties/rcibgt.html (Octubre, 2024).
- Tilley, L. A., Karamatic Crew, V., Mankelow, T. J., AlSubhi, S. A., Jones, B., Borowski, A., Yahalom, V., Finkel, L., Singleton, B. K., Walser, P. J., Toye, A. M., Satchwell, T. J., &
- Thornton, N. M. (2024). Deletions in the MAL gene result in loss of Mal protein, defining the rare inherited AnWj-negative blood group phenotype. Blood, 144(26), 2735-2747. https://doi.org/10.1182/blood.2024025099