¡Los sorprendentes beneficios de convertirse en un donante de sangre frecuente!

En este episodio del podcast QuidelOrtho Science Bytes, el especialista en Banco de Sangre, Tony Casina, entrevista al Doctor Mark Levine, hijo del renombrado Doctor Philip Levine que fue reconocido por su importante participación en la caracterización del antígeno D y sus anticuerpos. El Doctor Mark Levine es un profesor clínico en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado y en la Escuela de Colorado de Salud Pública.

Historia de las transfusiones sanguíneas y principales hitos de la medicina transfusional

La historia es muy rica como podrán imaginar, incluso desde tiempos antiguos se tenía la idea de que la sangre, de alguna manera, era esencial para la salud y el bienestar y durante la prehistoria y historia temprana registrada, existieron experimentos ocasionales de intentar pasar sangre de una persona a otra en un intento de ayudar a la gente no sólo física pero incluso espiritualmente.

Estas transfusiones incluso ocurrieron desde animales, pero eran muy primitivas en el sentido de que la única manera de transferir la sangre era de la vena de una persona a la vena de otra, desde el donador que podía ser un animal u otra persona al receptor. Por supuesto, el día de hoy somos mucho más sofisticados que esas prácticas en el sentido de que no sólo usamos sangre para ayudar a las personas, pero también los componentes de la sangre.

El siglo 19 fue el verdadero comienzo de lo que podemos llamar el concepto moderno de transfusión sanguínea. El desarrollo de jeringas permitió a las personas tomar sangre de una persona y colocarla en otra. Este tipo de transfusión fue ocasionalmente exitoso y fue aplicado en algunas áreas en las que ahora vemos interés, como la hemofilia y la pérdida de sangre de la hemorragia postparto, por ejemplo, pero sólo era exitosa ocasionalmente, quizá el 50% del tiempo. Transfusiones repetidas eran problemáticas en el sentido de que luego de que las personas tenían una transfusión inicial, eran muy probables las reacciones en transfusiones subsecuentes.

Uno de los principales acontecimientos para corregir esto fue el trabajo ganador del Premio Nobel de Karl Landsteiner en 1900, quien mezcló sangre del receptor y el donador en lo que podríamos llamar hoy en día como formas primitivas de pruebas cruzadas, con las que reconoció de que había diferentes factores asociados a diferentes personas. Esto es lo que ahora conocemos como factores ABO sanguíneos. El mismo Landsteiner se mudó a los Estados Unidos y subsecuentemente descubrió muchos otros factores sanguíneos, como los que seguimos escuchando en este campo.

Los principales cambios, en los inicios del siglo 20, fueron también técnicos. El desarrollo de anticoagulantes y el uso de sangre refrigerada permitió a la gente recibir que no sólo fuera directamente transferida, sino que también fuera hecho en diferentes puntos del tiempo. La Primera Guerra Mundial vislumbró grandes avances en los donantes de sangre y banco de sangre empezó a entrar en escena. Con forme comenzó a pasar el tiempo, empezamos a reconocer que podíamos causar daño con transfusiones sanguíneas, con la transmisión de infecciones y no fue hasta quizás los 1930s, aproximadamente, que la gente empezó a ser tamizada por enfermedades como la tuberculosis, malaria, etc.

Los 1930s fueron dramáticos. El desarrollo del primer Banco de Sangre Americano ocurrió en el Hospital del Condado Cook. Una enorme influencia en los bancos de sangre ocurrió en 1939 cuando mi padre, el doctor Philip Levine, describió un caso inusual de una reacción hemolíticas transfusional en personas que eran de mismo grupo ABO, específicamente entre una madre y un padre de un niño que había sido afectado por lo que en aquel tiempo era conocido como eritroblastosis vitalis, en mi caso al crecer en una familia tan involucrada en el banco de sangre, fue una de las primeras frases que me enseñaron mientras creía, eritroblastosis vitalis, también conocida como enfermedad hemolítica del feto y el recién nacido, causada por una reacción entre la sangre de la madre con anticuerpos dirigidos contra antígeno presente en el feto.

Luego se descubrió que el caso estaba relacionado con un anticuerpo que tenía la misma reactividad que uno que fue descrito luego inyectar sangre humana en monos Rhesus y posteriormente fue llamado el factor Rh, que llevó a algunas discusiones interesantes sobre el nombre del anticuerpo. Creo que uno de los hechos más importantes en transfusión durante este periodo fue el desarrollo de la exanguinotransfusión por Louis Diamond en Boston, lo que permitió ayudar a los niños que eran afectados por la eritroblastosis vitalis al intercambiar su sangre con sangre que era capaz de remover los productos hemolíticos que estaban en la sangre y salvarlos.

El otro gran avance fue en 1958, cuando el laboratorio en el instituto Ortho, liderado por mi padre, publicó el artículo titulado “La influencia del sistema ABO en la enfermedad hemolítica del Rh”, el cual mostraba que, si había una incompatibilidad ABO, la incidencia de la enfermedad hemolítica del Rh era mucho menor porque los anticuerpos en el suero de la madre destruirían los glóbulos rojos que podrían atravesar la placenta antes de que tuvieran la oportunidad de causas inmunización.

Este descubrimiento llevaría en la siguiente década al desarrollo del antisuero contra la sangre Rh positiva que sería transfundido durante el embarazo y el posterior desarrollo de la inmunoglobulina Rh conocida como RhoGAM. Como resultado de esto se han logrado salvar cientos de miles o inclusive millones de vidas desde entonces. Hoy en día la transfusión sanguínea es muy segura, simple, directa, sistematizada y uno de los hallazgos médicos que ha salvado vidas a lo largo del último siglo.

¿Cuál es la población que usualmente necesita transfusiones frecuentes de productos sanguíneos?

De las poblaciones de las que usualmente pensamos son aquellas que tienen desordenes heredados como drepanocíticos, hemofílicos y talasémicos, sin embargo, la demanda no sólo es de sangre, también se requieren productos derivados de la donación. Pero también están las condiciones adquiridas como hemorragia, particularmente la hemorragia postparto, trauma y condiciones como esas. Anemia, cáncer, enfermedad renal, enfermedad hepática, infecciones severas, trombocitopenia y otros desordenes de la coagulación aparte de la hemofilia, etc. Existe una amplia gama de condiciones médicas que requieren transfusión.

¿Existen beneficios generales, teóricos o probados para los donantes que son donadores frecuentes?

Existen, algunos más concretos que otros, pero existen ciertas ventajas. Si nada más la sensación de bienestar y de ser miembro de una sociedad y contribuir al bienestar de otros es reflejado en autosatisfacción y autoestima, etc. Se ha demostrado que las personas de donan sangre de manera regular tienen un menor riesgo de padecer de depresión y tienen mejor salud física y mayor longevidad. El proceso de donación es bastante sencillo y directo.

Algunas otras ventajas incluyen la perdida de algunas calorías, pero no muchas, es aproximadamente el equivalente a una sabrosa pieza de chocolate.

Existen personas que necesitan donar sangre con regularidad, personas que particularmente tienen mucho hierro en su sangre, una condición conocida como hemocromatosis. Es rara, pero para aquellas personas que la padecen es muy importante el donar y lo interesante es notar que su sangre es segura y puede ser utilizada para transfusiones, ya que es un desorden genético y no una condición transmitida en la sangre.

También hay una creciente cantidad de literatura que estudia a las poblaciones de donantes para comprarla con otras poblaciones. Es un trabajo de investigación difícil debido a algo llamado el efecto donante, que trata de que las personan que donan sangre generalmente tienden a ser un grupo más sano, sin embargo, existe alguna evidencia de que la donación de sangre y, particularmente, el reducir el hierro de la circulación en el cuerpo puede tener un beneficio. Se postula que enfermedades cardiovasculares e hipertensión son menores en personas que donan sangre de manera regular, particularmente las enfermedades cardiovasculares en mujeres.

Asimismo, existe evidencia reciente de que existen sustancias a las que llamamos químicos perpetuos (también conocidos como “forever chemicals” o sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), por sus siglas en inglés) que pueden encontrarse en el cuerpo y se asocian a varían enfermedades, incluyendo el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Parece que estas sustancias se encuentran en menores cantidades en personas que donan sangre con regularidad. Cabe agregar que la amenaza de estos químicos perpetuos ha sido reducida en los años, debido a se les ha prestado mucha atención y gracias a intervenciones ya no están tan disponibles en el ambiente como antes.

Recientemente se le ha prestado mucha atención al efecto que tiene sobre el cáncer. Esto porque existen algunos tipos de cáncer cuyo crecimiento parece ser dependiente de la disponibilidad del hierro en el cuerpo. Donaciones regulares reducen la cantidad de hierro en el cuerpo, no a niveles críticos, pero en cierto grado y esto ha mostrado tener cierto efecto en algunos tipos de cáncer. El impacto clínico parece ser marginal cuanto mucho, pero es una señal de algo que la gente están estudiando mucho ahora para entender la relación entre el metabolismo del hierro, el cáncer y el efecto de la donación regular de sangre.

El tema de la acumulación de hierro fue publicado en un artículo del “Journal of the National Cancer Institute” y ace una reseña sobre la asociación de donantes a repetición teniendo un menor riesgo a algunos cánceres como de hígado, pulmón, colon, estómago y de garganta. Ha sido un estudio que no ha podido ser replicado y no es completamente definitivo, pero que eleva la posibilidad de que la asociación sea correcta.

Pero uno de los beneficios mas importantes de la donación regular es el apoyo a la gente. Algunas personas donan por la necesidad de un familiar u amigo que ha recibido una transfusión y quieren pagarle de regreso al banco de sangre. Ese sentimiento de sacrificio y caridad que la gente valora mucho. La gente de dona de manera regular normalmente forman parte de una población que son más abnegados que otros y más dispuestos a contribuir por el bien común.

¿Qué mensaje le gustaría dar al público para alentarlos a ir al centro de donación de sangre más cercano y reservar una cita para donar?

Mi mensaje sería que hagan eso, que donen una vez, para que experimenten que bien los hace sentir y que luego donen de nuevo y de nuevo. Yo he donado múltiples veces a lo largo de mi vida y siempre ha sido un sentimiento muy reconfortante el salir del centro sintiendo que uno ha contribuido al bien común.

Referencias bibliográficas

  1. Levine, M. A. (2023, junio 12). The Surprising Benefits of Becoming a Repeat Blood Donor. Ortho Clinical Diagnostics. Recuperado el 19 de setiembre de 2023, de:https://go.orthoclinicaldiagnostics.com/global/en/resources/podcasts/The-Surprising-Benefits-of-Becoming-a-Repeat-Blood-Donor

 

Acerca de Mark A. Levine – Profesor Clínico, MD, FACP

El Doctor Levine es un reconocido médico ganador de premios y conferencista con interés en la educación profesional de la salud, la historia de la medicina y el empoderamiento comunitario. Por 14 años fue el Chief Medical Officer en los “Centers for Medicare and Medicaid Services” en Denver. El Dr. Levine fundó el “Colorado Patient Safety Coalition” y fungió como miembro de la junta de la “American Medical Association’s Council on Ethical & Judicial Affairs”. Recibió su licenciatura de la Universidad de Rutgers y su título de médico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Temple.

El padre del Dr. Levine, el Dr. Philip Levine, fue un hematólogo pionero que se unió a Ortho Products en 1944 y su revolucionario descubrimiento del factor Rh llevó a avances en la enfermedad hemolítica del feto y el recién nacido y en las transfusiones seguras que han salvado incontables vidas.

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